La entidad presidida por Carlos Torres Vila culminó recientemente el proceso de diseño de su nueva identidad de marca, un trabajo que se remonta a hace 2 años y en el que ha participado un equipo de 50 diseñadores internos de la compañía con el apoyo de BBVA Creative, agencia DDB y el asesoramiento de la consultora Landor.
El nuevo logotipo del BBVA, que aparentemente presenta pocas diferencias con el logotipo anterior, mantiene las mayúsculas y el color corporativo, si bien sustituye la tipografía utilizada al tipo sans serif y convierte las dos letras finales en vértices con cierta simetría, elevando ligeramente la "A" final para representar valores como la prosperidad, el crecimiento o las oportunidades.
Según apuntan fuentes de la compañía, se trataba de conseguir que el logotipo reflejara la cultura de transformación del Grupo e involucrara diferentes sensibilidades de diferentes culturas, no en vano la compañía tiene representación en más de 32 países y dispone de cerca de 50 millones de clientes por todo el mundo. Una de las dificultades añadidas del diseño del logo, más allá de su representación gráfica, ha residido en la necesidad de maximizar su rendimiento en canales y plataformas digitales, además de su necesaria implementación sobre todos los soportes, físicos y digitales, que mantenían el logotipo antiguo.
Además de La Vela en Las Tablas, el nuevo logotipo del BBVA luce ya en más de 1.000 edificios de la corporación por todo el mundo, siendo el objetivo marcado por la compañía el que antes de un año esté operativo en sus más de 8.000 instalaciones (sucursales, oficinas, etc.), así como en todas sus aplicaciones y plataformas digitales.
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