El pasado lunes 17 de abril, Madridiario y Telemadrid se hacían eco del enésimo robo a establecimientos comerciales en Las Tablas, esta vez en un restaurante del Paseo Tierra de Melide.
Los hechos se produjeron en la madrugada del domingo al lunes, cuando según testigos presenciales cuatro encapuchados destrozaron a golpe de maza el cristal blindado del escaparate y tras introducirse en el interior se llevaron, entre otros objetos, la caja registradora y un ordenador. Posteriormente huyeron por la M-40 antes de que la Policía acudiera, utilizando para ello un vehículo que les esperaba en la puerta del restaurante.
Según comerciantes de la zona entrevistados por Telemadrid, la sensación de inseguridad que viven en sus negocios es enorme. Hasta cinco establecimientos han sido asaltados en los últimos meses y en alguno de ellos aseguran que han sufrido tres robos en un mes y no descartan que se produzcan más. "No hay apenas seguridad".
Se trata de una zona con fácil acceso y salida del barrio tanto desde la M-30 como desde la M-40, lo que unido a la escasa presencia policial facilita la labor de los ladrones. La mayoría de los establecimientos dispone de todas las medidas de seguridad razonables para proteger sus locales (sensores en los cristales, cierres metálicos, sistemas de alarma...) e incluso para evitar los alunizajes muchos de ellos están dotados de bolardos a pie de acera e incluso enormes bancos de piedra, pero no parece resultar suficiente.
La opinión de los afectados es unánime y reclaman como mínimo más vigilancia nocturna.
Los hechos se produjeron en la madrugada del domingo al lunes, cuando según testigos presenciales cuatro encapuchados destrozaron a golpe de maza el cristal blindado del escaparate y tras introducirse en el interior se llevaron, entre otros objetos, la caja registradora y un ordenador. Posteriormente huyeron por la M-40 antes de que la Policía acudiera, utilizando para ello un vehículo que les esperaba en la puerta del restaurante.
Según comerciantes de la zona entrevistados por Telemadrid, la sensación de inseguridad que viven en sus negocios es enorme. Hasta cinco establecimientos han sido asaltados en los últimos meses y en alguno de ellos aseguran que han sufrido tres robos en un mes y no descartan que se produzcan más. "No hay apenas seguridad".
Se trata de una zona con fácil acceso y salida del barrio tanto desde la M-30 como desde la M-40, lo que unido a la escasa presencia policial facilita la labor de los ladrones. La mayoría de los establecimientos dispone de todas las medidas de seguridad razonables para proteger sus locales (sensores en los cristales, cierres metálicos, sistemas de alarma...) e incluso para evitar los alunizajes muchos de ellos están dotados de bolardos a pie de acera e incluso enormes bancos de piedra, pero no parece resultar suficiente.
La opinión de los afectados es unánime y reclaman como mínimo más vigilancia nocturna.