Marcas tan populares como Milka, La Lechera, Oreo, Toblerone o Nestlé disponen productos entre los contaminados (la lista de los que hasta ahora se han conocido puede consultarse aquí).
Según AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) la presencia de residuos de óxido de etileno en alimentos es algo que ya llevan gestionando desde el pasado mes de septiembre de 2020, cuando se notificó a través del RASFF la detección de niveles muy elevados de óxido de etileno en determinados lotes de semillas de sésamo procedentes de la India que habían sido introducidos en la Unión Europea.
El óxido de etileno (ETO) es un gas inflamable que se utiliza casi exclusivamente en la industria no alimentaria como materia prima para la elaboración de productos químicos orgánicos: etilenglicol, detergentes no iónicos, fibras de poliéster, anticongelantes, etc. También se utiliza como antiemulsionante del petróleo, disolvente y propulsor de cohetes, así como para la fumigación de ciertos materiales y como agente esterilizante de material médico-quirúrgico.
Esta sustancia está clasificada como posible mutágeno, carcinógeno y tóxico para la reproducción, razón por la que está prohibido su uso en la UE desde hace más de 20 años. En relación a la detección de ETO en los productos comercializados por NESTLÉ, AESAN afirma que se trata de "un escenario de exposición puntual y en unas cantidades muy reducidas, y es poco probable la existencia de efectos adversos agudos con los niveles detectados". Sin embargo, también alerta de que "dado que no se ha podido establecer un nivel seguro de exposición para los consumidores, cualquier nivel puede suponer un riesgo potencial".
Los responsables aseguran que los productos contaminados ya han sido retirados del mercado y tanto Nestlé como Mars han habilitado en sus páginas web sendos enlaces para conocer si alguno de los productos que tenemos en casa están entre los sospechosos de contener óxido de etileno. /