Lo que se planteó en un inicio como unos trabajos rutinarios de refuerzo del puente acabó derivando tras una inspección más detenida en la decisión de demoler el tablero existente y proceder a su reconstrucción, algo que ha supuesto desde entonces la modificación de los itinerarios de los usuarios de la vía y no pocas molestias para los conductores, entre ello una parte importante de vecinos de Las Tablas.
Las obras se remontan a julio de 2019, cuando tras el comienzo de los trabajos de reparación de la estructura y fresado del firme se observaron una serie de graves patologías, imposibles de detectar en fases previas. En septiembre se tomó la decisión de demoler el tablero existente y proceder a su reconstrucción.
Posteriormente, en diciembre de 2019, tras la aprobación del proyecto de demolición redactado en este período, dio comienzo la ejecución de los trabajos de demolición del tablero existente. En febrero de 2020 comenzaron los trabajos de construcción del nuevo viaducto. El tablero resultante consta de 22 vigas prefabricadas de planta curva, de canto constante de 1,70 m, y vigas martillo de canto variable, de 1,70 a 2,55 metros, en los extremos de los vanos de mayor luz.
Las obras finalmente han contado con un presupuesto de 19,5 millones de euros, casi 10 millones más de lo inicialmente presupuestado antes de conocerse la gravedad de las anomalías del tablero. Después de casi catorce meses de desvíos provisionales, el pasado 27 de agosto se abría al tráfico el ramal cortado para alivio de no pocos conductores procedentes de la M-607, que para tomar la M-40 dirección Norte se han visto obligados durante todo este tiempo a desviarse hasta un enlace provisional en la Avenida Ventisquero de la Condesa, muy cerca de la Estación de Pitis. /
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| Plataforma final en el Nudo de Colmenar Viejo. Imagen: MITMA |
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