¿Qué es "Introverso"?
“Introverso” es un programa de podcast que nació a inicios del año 2023 y en él hablo sobre la personalidad introvertida, sobre las habilidades sociales tanto para las relaciones personales, como para las relaciones laborales. Expongo la manera de ver el mundo de las personas que somos así, también expongo herramientas prácticas y maneras de crecer para las personas con estas características. Hablo de las fortalezas y las capacidades menos conocidas de las personas introvertidas y de todo lo que se puede lograr con ello. En definitiva, hablo del camino hacia el éxito tanto personal como laboral, de las personas introvertidas. Pero este podcast, aunque está dirigido de forma directa a las personas con este rasgo, está pensado también para las personas que les rodean, para ayudarles a comprender mejor esta manera de ver la vida, de pensar y de actuar.
¿Qué es en realidad ser introvertido? ¿Hay muchas personas con ese rasgo?
La introversión es un rasgo natural de la personalidad, aunque también hay casos de personas introvertidas que con el tiempo se formaron como tal debido a ciertas experiencias sociales. En este segundo caso no sería una introversión natural, pero también pueden sentirse identificadas con este programa, ya que adquieren la mayoría de las características. Ser una persona introvertida es actuar en la vida con otra visión y otro ritmo, otros tiempos por ejemplo a la hora de tomar decisiones, otra manera incluso de interpretar la vida misma. De hecho, el cerebro funciona diferente al cerebro de una persona extrovertida. Por ejemplo, cuando una persona extrovertida entra en un local en donde ha quedado con gente conocida, entra, localiza a dichas personas y de inmediato se dirige a saludar e interactuar. Sin embargo, cuando una persona introvertida entra en ese mismo local porque ha quedado con gente conocida, primero se para a localizar a esas personas, luego observa todo el entorno para evaluar las circunstancias como qué otras personas hay, si hay mucha o poca gente, si puede haber más o menos gente que realmente conoce, etc. La persona introvertida primero ha de controlar las circunstancias en las que va a interactuar con otras personas, luego procede a actuar e interactuar. Este hecho no es muy comprendido por las personas más extrovertidas, sin embargo a nosotros nos sirve para tener cierto control sobre la situación y sobre cómo vamos a interactuar en él. Incluso es bastante conocido que las personas introvertidas primero observan cuando se sienten “nuevas” en un nuevo entorno social, evalúan a las personas que hablan (cómo hablan y se expresan, la energía que desprenden, cómo se mueven, etc), se limitan a escuchar y cuando ya se sienten cómodas con las personas que tienen delante, es cuando deciden hablar. Este acto nos sirve para medir primero si realmente nos podemos sentir cómodos y en confianza, es por eso que muchas veces decidimos finalmente que si no sentimos esa comodidad, mejor hablamos poco o nada y decidimos no quedar más con esa o esas personas por segunda vez. Por eso digo que tenemos otros ritmos a la hora de interactuar socialmente. Somos menos impulsivos con todo, no solo con lo social, también en lo laboral, lo empresarial, lo económico, etc.
A la segunda pregunta, existen muchas más personas introvertidas de las que la misma sociedad sabe. Se habla de que somos entre un 40% y un 60% de personas introvertidas. Se desconoce un porcentaje más exacto, debido a que en ese margen hay otras muchas que ni tan siquiera saben que lo son. ¿Por qué? Pues porque la introversión depende del nivel, hay “niveles” y “niveles” como digo yo siempre. El psicólogo Carl G. Jung fue el primero en hablar sobre la teoría de la introversión como un espectro en sí, en donde cada persona se encuentra en un punto diferente de dos extremos (La introversión y la extroversión). Según él, todos somos introvertidos y extrovertidos, solo que dependiendo del punto en el que estés en una línea recta simbólica, serás más de uno y menos de otro. Esto hace que haya mucha gente que se cree extrovertida, pero que cuando les hablo de esto, se sorprenden al sentirse identificadas con muchas de las características esenciales de la introversión, entonces me dicen “Acabo de darme cuenta de que en realidad soy una persona introvertida”. Quizás no lo es mucho, pero tiene algunos rasgos. Por otra parte, es un concepto también muy desconocido y hay gente muy introvertida que desconoce que lo son. De ahí que el margen de ese porcentaje sea tan grande, porque hay mucha gente que no sabe que lo es.
¿Qué diferencia hay entre ser una persona introvertida y la timidez?
Es algo complejo para las personas que no conocen muy bien el concepto de introversión, pero en cuanto se explica se puede entender perfectamente.
Yo siempre lo resumo en que la introversión es un rasgo natural de la personalidad con la que ya naces mientras que la timidez es un estado que puede desaparecer con un trabajo interno. Aunque como he comentado en la pregunta anterior, se puede desarrollar un comportamiento introvertido por desconfianza, debido a malas experiencias sociales. La timidez es un estado, aunque se vea en muchas personas desde que son pequeñitas y aunque también hayan estudios que indiquen que en algunos casos puede heredarse de padres a hijos porque tengan predisposición genética a ello. Es decir, la introversión es un rasgo de la personalidad, no va a desaparecer por más que lo trabajes, es algo tuyo y forma parte de tu ser. Sin embargo, la timidez tiene más que ver con una incomodidad o malestar a la hora de sentir que es el centro de atención aunque solo sea de una sola persona, de que te hablen, de que quieran que hables, que te expongas de alguna manera. Mientras que la introversión contiene una “soledad elegida” y con la que nos sentimos cómodos, la timidez suele conllevar el sentimiento de querer estar con gente, pero no soportar la idea de exponernos, una contradicción que puede superarse. La timidez puede estar por lo tanto en las personas extrovertidas que necesitan socializar más y si se trabaja, puede desaparecer por completo o al menos, tomar el control sobre ella. Podemos conocer a lo largo de la vida muchos casos de personas que eran tímidas en la niñez y adolescencia pero un día dejaron de serlo porque las circunstancias sociales de su vida cambiaron, ciertas experiencias positivas le permitieron dejar de serlo. Otras veces hay gente que pasa toda su vida con ese estado de timidez, pero no significa que sea una persona introvertida necesariamente.
¿La introversión hay que "curarla"? ¿Afecta negativamente al día a día de quien la posee?
La introversión no es algo que “curar” y de hecho tengo un capítulo dedicado a esta pregunta. No hay que curarla porque no es una enfermedad ni un padecimiento. Yo no sufro por ser introvertida, pero sentí una necesidad hablar de ello en el episodio N.º 2 del podcast, porque debido al desconocimiento de este rasgo, que por desgracia hay mucha, muchísimas personas piensan que es algo que hay que trabajar para superar porque lo interpretan como un obstáculo en sus vidas. Incluso personas introvertidas me han preguntado cómo “curarse”, porque por ciertas razones asociadas a la introversión lo pasan mal. En estos casos suele deberse a que esas personas sufren porque tienen escasas habilidades sociales debido al poco entrenamiento social, o bien porque esas escasas habilidades les causan inseguridad y todo eso les genera cierta baja autoestima o incluso en casos más fuertes, les genera ansiedad a la hora de socializar. Entonces esas personas sienten que no pueden ni quieren vivir así, y es cuando se ven en un punto en el que interpretan que deberían ser de otra manera, por ejemplo, deberían según ellas ser una persona extrovertida y que solo de esa manera acabaría su sufrimiento. Sin embargo, con un buen trabajo y entrenamiento de las habilidades sociales, una persona introvertida no solo puede tener una red social muy saludable, sino que puede respetar mejor sus propios ritmos a la hora de socializar, entenderse a sí misma, aceptarse e incluso encontrar el equilibrio en su punto exacto tal y como decía Jung, para poder usar su rasgo a su favor y crecer de manera personal y laboral.
Esto respondería también a la segunda pregunta, ya que la introversión aceptada y bien trabajada, no solo no afecta de manera negativa en el día a día, sino que usándola a nuestro favor nos puede ayudar a ser mejores en los terrenos en los que deseemos tener éxito. De hecho, muchas personalidades a nivel de liderazgo, política, cine, tv, arte y de genialidad tienen este rasgo y han sabido usarlo a su favor. También hablo de esto en concreto en mi podcast “Introverso”. Personas como Dalí, Agatha Christie, Stephen King, Einstein y muchos más, son genios que en algunos casos son extremadamente introvertidos, pero que han sabido usar esa introversión para precisamente desarrollar esa genialidad. No digo con esto que por ser introvertidos ya seamos todos unos genios, pero sí se puede decir que la introversión te puede ayudar a crear una genialidad debido al tiempo en soledad que necesitamos para nuestro equilibrio personal. Ese tiempo en soledad puede ser usado para “crear”. Podemos usar este rasgo para mejorar en cualquier aspecto de nuestra vida, simplemente sabiendo que nuestras herramientas y nuestro modo de actuar en el día a día, es diferente al de una persona extrovertida, la cuál actúa y piensa de otra manera. Ninguna de las dos personalidades es evidentemente mejor o peor que la otra personalidad, solo actuamos diferente. El único problema es que sí es cierto que la sociedad se mueve de una manera que a la gente extrovertida le puede resultar más sencillo interactuar, mientras que la persona introvertida ha de adaptarse. De hecho, la autora del libro “El poder de los introvertidos” Susan Cain, dice abiertamente que la sociedad está creada más bien para los extrovertidos, esto lleva a muchas personas introvertidas a sentir que no encajan o a pensar de manera errónea que deberían ser extrovertidas.
Entonces, ¿La introversión va asociada a la genialidad?
Sí va asociada, pero eso no significa que solo las personas introvertidas sean genios. Para empezar, no todas las personas introvertidas lo son, pero también una persona extrovertida necesita trabajar su propia introversión o una parte de ella, si su objetivo fuera ser especialmente bueno en algún terreno de su vida, es decir, es como hacer un viaje a su interior para poder desarrollarse en cualquier aspecto. Hay mucha gente extrovertida que lo hace. La genialidad no es necesariamente algo con lo que se nace, también se puede entrenar y el trabajo de la introversión es crear un campo fértil para la genialidad. El mejor ejemplo para comprender esto último que explico es las personas que conocemos, que adoran pasar tiempo leyendo, estudiando, investigando y que cuando dominan un tema en profundidad, adoran hablar de ello continuamente. No hace falta ser una persona introvertida para hacer esto, pero cuando cualquier persona desarrolla esta parte de su vida, está trabajando su introversión. Esa persona está viajando adentro de sí misma. Por ello digo que es algo que puede entrenarse estés en un punto o en otro.
¿Cómo puedo saber si soy introvertido?
Para saber si somos una persona introvertida, primero debemos tener en cuenta que no tenemos por qué cumplir todas las características propias de esta personalidad, además de que estas características son tantas, que podemos tener alguna más de las que yo puedo comentar aquí. Si sentimos que cumplimos varias de estas características, podríamos estar hablando de una personalidad introvertida. También hay que recordar lo que comenté sobre el espectro según Jung, es decir, todos en mayor o menor medida tenemos un nivel de introversión natural. Así que a continuación voy a comentar algunas de las características más importantes o más comunes de esta personalidad.
Sueles ser la persona más callada del grupo, solo hablas cuando lo sientas necesario o si ya sientes comodidad y confianza. Sueles sentirte mejor en grupos pequeños para generar más confianza. Te agota socializar, te puede gustar socializar y lo disfrutas, pero te agota también. Las personas introvertidas suelen acabar cansadas por ejemplo después de una reunión en el trabajo o cuando han de acudir a un evento familiar o social en general, sin embargo para las personas extrovertidas el socializar es una recarga energética y necesitan hacerlo a menudo. Esta es una gran diferencia entre las personas introvertidas y extrovertidas, no recargan la energía de la misma manera. Las personas introvertidas suelen disfrutar más con conversaciones más profundas o que tengan algún significado personal. Se te da especialmente bien escuchar, de hecho, sientes que la gente te busca para contarte cosas personales. Necesitas buscar un tiempo para ti, ya sea leyendo, investigando sobre algún tema que te gusta, viendo programas temáticos, creando algún tipo de arte, escribiendo, haciendo manualidades, pintando o simplemente no haciendo nada, pensando, meditando sobre tus propias ideas, pensamientos o sobre lo que has hecho recientemente y cómo podrías haberlo hecho de otra manera. El simple hecho de necesitar estar en soledad haciendo algo que te hace sentir bien o simplemente pensando, forma parte de la introversión. Necesitas crear planes con otra persona con cierta antelación y no te sientes cómodo improvisando o cambiando dichos planes en el último momento. Sientes que eres una persona observadora, te gusta observar y evaluar todo a tu alrededor antes de actuar, por lo que incluso en muchas ocasiones te das cuenta de cosas antes incluso de que se den cuenta el resto, esto hace que muchas personas introvertidas (no todas) tengamos nuestra intuición bastante desarrollada. Se te da mejor trabajar de forma individual que en equipo, pero es importante saber que se puede entrenar la habilidad de trabajar en equipo puesto que es una habilidad muy valorada en el terreno laboral. Te gusta tener un espacio personal y que se respete dicho espacio, si alguien intenta entrar en ese espacio aunque no lo haga con mala intención, te sienta mal. Ese espacio puede ser tanto físico como simbólico. Necesitas más tiempo para generar y estrechar lazos con otras personas y cuando lo logras, esas relaciones son fuertes. Te toma más tiempo tomar cualquier decisión, aunque simplemente sea comprarte un teléfono móvil nuevo y comparar las diferentes opciones. Por supuesto, hay muchas más características propias de esta personalidad.
¿Se puede ser introvertido para unas cosas y extrovertido para otras?
¡Por supuesto! Eso forma parte del espectro del que hablamos. A las personas que no somos extremadamente introvertidas nos pasa y esa característica es precisamente la que lleva a pensar a muchas personas introvertidas, que en realidad son extrovertidas. Esta idea también lleva a la graciosa anécdota de muchas personas introvertidas como yo, a escuchar a menudo “Pues no lo pareces” como si hubiera que parecerlo, o en otras ocasiones cuando me tomo mi tiempo para acomodarme en un nuevo grupo, a escuchar lo de “Vaya, con lo callada que parecías”. Cada persona se siente más o menos cómoda en una u otra situación, dependiendo de lo trabajado que tenga ese terreno. Esto hace que pueda sentir que tiene más control sobre una situación que sobre otra y puede manejarse con más soltura. Pero también tal y como he comentado antes según el espectro, hay personas que son muy introvertidas para todo y otras que son poco introvertidas y más extrovertida en general, aunque comparta algunas características de la introversión.
¿Existe alguna manera de que las personas tímidas o introvertidas se hagan un hueco en una sociedad que, sobre todo a través de las redes sociales, prima la extroversión permanente?
¡Claro! De hecho como comenté en una pregunta anterior, aunque la sociedad en sí facilite la vida más a las personas extrovertidas, sí es cierto que las personas introvertidas podemos trabajar nuestras habilidades sociales para poder movernos mejor en una vida tan “social”. Claro está, somos siempre nosotros mismos los que vamos a elegir el ritmo, cuándo y cómo hacerlo o incluso si queremos hacerlo más o menos, es decir, hay gente introvertida a la que se le da muy bien socializar porque se han trabajado en ese terreno bastante y pueden ser incluso especialmente buenos en la oratoria, sin embargo, esas mismas personas pueden elegir socializar más a menudo o menos según sus ritmos o simplemente porque eligen cuándo les apetece y cuándo no. La diferencia en este caso radica simplemente en que cada persona elige socializar más o menos, según el ritmo que tenga o mejor dicho, el punto concreto del espectro en el que se encuentra. Hay personas introvertidas a las que les apetece quedar con su grupo de amigos solo 1 vez al mes y el resto lo dedica a cosas más personales o íntimas, mientras que otros eligen hacerlo todos los fines de semana. Ya depende del tiempo en soledad o de “no socialización” que necesite cada uno para recargar su energía o para sentir ese equilibrio ideal y personal.
Con respecto a las redes sociales, hay muchas personas introvertidas a las que no les gusta nada socializar a través de ellas, además de no gustarles mucho el hecho de sentirlas como un escenario en donde mucha gente se compara, es muy común y comprensible. Sin embargo, hay otras muchas personas como yo que nos viene bien porque aprendemos a usarlas a nuestro favor, es cuestión de encontrar la manera. Por ejemplo, en mi caso he encontrado en ellas una herramienta fabulosa para mostrar mi introversión hablando de ello de forma natural y eso me hace sentir más a gusto mostrándome tal y como soy, además de hacer que muchas personas se sientan identificadas y descubran cosas de sí mismas. Precisamente en mi caso particular, me siento más natural usando las redes.
Para aquellos interesados en conocer algo más sobre este interesante tema, el podcast de "Introverso" puede escucharse en Ivoox, Spotify, SoundCloud y Spreaker. También puedes encontrar a Eva María en Facebook, Instagram, Twitter y Linkedin como @evamariaarrabal y en su web www.evamariaarrabal.com /
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