Las encuestas dan la espalda a Ayuso: la jornada continua escolar sigue siendo la preferida entre las familias madrileñas

El reciente anuncio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de priorizar la jornada partida en los colegios públicos de la región sigue provocando reacciones contrarias en todos los sectores de la educación. 

A la oposición frontal de los sindicatos integrantes de la Mesa Sectorial de Educación de la CAM (CC.OO, CSIF, ANPE y UGT), que ya estudian posibles movilizaciones, y la de buena parte de las federaciones de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (como CONFAPA), se unía recientemente la de la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE), cuyo presidente aseguraba a Europa Press que la jornada partida "dificulta muchísimo" la conciliación con la vida laboral de una parte de las familias al tener en muchos casos que "llevar y recoger a los hijos cuatro veces al día", además de "complicar en gran medida que se puedan hacer actividades extraescolares o tener más tiempo libre por la tarde".

A nivel nacional también se ha sumado a las críticas el Secretario de Estado de Educación, Abelardo de la Rosa, que ha asegurado que la imposición de un tipo de jornada escolar "no debe ser a cargo de los derechos laborales y el bienestar" de los docentes, así como que al alumnado no se le puede someter "a un excesivo tiempo de permanencia" en los centros. Desde Andalucía (gobernada por el mismo partido al que pertenece Ayuso y con un 85,6% de colegios en jornada continua), fuentes del gobierno de Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía aseguraba así mismo a Teleprensa que "la decisión sobre la jornada está en manos de los centros y no de la Administración".

Similar respuesta la obtenida desde la Comunidad de Castilla La Mancha, donde el consejero de Educación Amador Pastor respondía a la propuesta de Ayuso asegurando que la jornada continua escolar funciona perfectamente en su Comunidad y que "es una cuestión que siempre han definido los propios centros educativos". El Consejero aseguró que la jornada continua se implantó en su Comunidad porque "se vio el beneficio en el rendimiento del alumnado y de las familias" y desde la entrada en vigor de la Orden 121/2022 que la regula ni un solo colegio de la comunidad ha pedido pasar a la jornada partida, algo que tampoco ha sucedido en Madrid en los últimos años.

Rechazo de las familias

Las medidas de restricción de libertades de elección de jornada escolar de Ayuso no sólo encuentran una oposición casi total en el sector educativo, también las encuestas le dan la espalda. Ya en 2018 el Estudio sobre el Grado de Satisfacción de las Familias Madrileñas con la Educación en la Comunidad de Madrid, un informe de la Consejería de Educación e Investigación de la CAM, señalaba que el 54% de las familias madrileñas recibía jornada continua pero llegaba hasta el 66,7% las que preferirían ese tipo de jornada para sus hijos (unas cifras similares a las que actualmente la imparten, casi el 75% de los colegios)

Más actuales e igualmente significativas son las encuestas que algunos medios han realizado a partir de las declaraciones de Ayuso en el último debate sobre el Estado de la Región. Antena 3 preguntaba al respecto y su encuesta devolvía un 70% de partidarios de la jornada continua escolar frente a un 30% de partidarios de la partida. También consultaba a sus lectores 20 Minutos y más del 61% de los participantes se decantaban a favor de la jornada continua. Un porcentaje similar al de ABC, donde con casi 7000 votos emitidos en el momento de redacción de esta noticia, un 59% se mostraba partidario de la jornada continua. 

Comedor escolar, sí o sí

A pesar de tener en contra a la práctica totalidad de los sindicatos sectoriales, los representantes del profesorado, las asociaciones de padres de alumnos (con la excepción de la FAPA Giner de los Ríos), las asociaciones de estudiantes y las encuestas, también hay quien no ha puesto objeción alguna a la imposición educativa de Ayuso. 

Tal es el caso del sector de restauración colectiva (comedores escolares), un sector en el que las 10 primeras empresas del ranking acaparan cerca del 60% de la facturación sectorial total y cuyos ingresos ascendían a 3.648 millones de euros en 2021. Con el blindaje de la jornada partida se garantiza que las familias se vean casi obligadas a recurrir a sus servicios de restauración en los colegios afectados de Madrid, donde el menú escolar veía un incremento del 12,7% el pasado curso, pasando de 4,88 € a un precio de 5,50 €. /