Alejandro Nebrosa
Llega el verano y muchos encontramos en las vacaciones el momento ideal para retomar la lectura de nuestros libros favoritos, esos que la falta de tiempo nos veta el resto del año.
En esta ocasión mis recomendaciones personales son cinco libros que ya he leído y no me han defraudado, así que es una apuesta sobre seguro, al menos en mi caso. Eso sí, cada libro tiene su "hábitat" natural para ser devorado.
Para los que no van a poder moverse de Madrid en vacaciones les recomiendo La Aventura de Viajar de Javier Reverte, una crónica de viajes que puede servir de placebo para compensar el gusanillo de la maleta y los billetes de avión. Visita segura a la peligrosa África, la América de los 80, el Ulster del Sinn Fein y otros destinos dudosos de la mano de uno de los periodistas más irreverentes y ferozmente independientes que ha conocido nuestra democracia. Entre sus aportes, algunos divertidos apuntes sobre el emérito de hace unas décadas y la impagable anécdota de un viaje de Felipe González a Colombia con una cohorte de corresponsales españoles drogados siguiendo una rueda de prensa desde la piscina del hotel.
Para los que aún creen en las bondades del ecoglobalismo y se retiran este verano a la montaña, les aconsejo echen un vistazo a Totem Lobo de Lü Jiamin, o cómo la apisonadora conocida como China comunista se dedicó durante años a agredir la ecodiversidad del sur de Mongolia y hacer tabla rasa de miles de años de equilibrio entre la naturaleza y el hombre. El problema de este libro es que, a pesar de su calidad, lleva tiempo descatalogado y no es fácil encontrarlo, a no se que se quiera pagar más de 250€ por un ejemplar de segunda mano. Se puede, eso sí, intentar localizar en algún formato digital.
Mucho más asequible y disponible está Lennox, del escocés Craig Russell, un libro ideal para disfrutar sobre la toalla al borde de la piscina o la playa. Mafias, bajos fondos, un detective un tanto dudoso, intrigas y asesinatos en la versión más canallesca de esa ciudad tan poco poética que conocemos como Glasgow. Si el tiempo lo permite, después de Lennox se puede seguir con El Beso de Glasgow y El Sueño Oscuro y Profundo, dando así colofón a esta suerte de trilogía que entremezcla el cinismo y las emociones fuertes entre personajes que no te gustaría encontrar junto a tus hijos.
Para los que no quieren desengancharse totalmente del mundanal ruido tal vez sea buen momento para echarle un vistazo a El Libro Prohibido de la Economía, un manual esclarecedor de Fernando Trías de Bes sobre las mentiras que acompañan al mundo financiero y cómo se puede manipular al ciudadano desde la economía. Una lectura que hará que muchos, a la vuelta del verano, vean la inflación, la deuda pública y los bancos de otra manera.
Por último, una novela de las que engancha para degustar al atardecer en la terraza junto a una puesta de sol y un buen vino. La Isla de las Tormentas de Ken Follett, una de las primeras obras que firmó con su nombre después de un tiempo jugueteando con diversos seudónimos. Ambientada en la Segunda Guerra Mundial, su estructura narrativa atrapa desde el primer momento y crea picos de atención casi en cada página. Ejemplo clásico de best seller que no se lee, se devora, con el riesgo de ir a la cama varias horas después de lo previsto.
A disfrutar.
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