Alicia G.
Mi hijo es un guarro, para qué decir otra cosa. A ver, no en el sentido de que no se lava (que lo hace si le obligas), ni en el de las chicas, que de momento no veo que le interesen, sino en el de que es un desordenado, lo tira todo por el suelo, la ropa la deja en cualquier sitio, y la mochila, y los folios los usa solo por una cara, y a los rotuladores no les pone la capucha, ni a los pegamentos de barra, ni recoge su plato en la mesa, ni limpia los pinceles, ni tapa el dentífrico, ni cierra los cajones.
Al principio pensaba que era culpa nuestra, de sus padres, pero es que su hermano es todo lo contrario y a los dos les hemos enseñado lo mismo. Así que no. Es culpa suya y punto. En su universo son cosas sin importancia y se cabrea cuando le regañas, pero es que en casa vivimos cuatro y nos está complicando la vida con sus costumbres animales. Y luego encima no puedes tirarle nada a la basura. Le ha dado por acumular los cartones de los envíos de Amazon y si depositas en el contenedor alguno de sus "tesoros" va y lo recupera y encima te echa la bronca.
Hace una semana su hermano, el limpio por llamarle algo, ha llenado la casa de webcams y le graba y lo sube a redes sociales para que todos vean lo guarro que es. Cuando me quejé me aseguró que el sistema nos pixelaba la cara a todos, al guarro incluido, que el anonimato estaba garantizado y que así a su hermano a lo mejor empezaba a darle vergüenza y dejaba de comportarse como si fuera Diógenes. Venga, te dejo unos días, a ver si funciona, le dije.
100.000 suscriptores lleva ya, y la iniciativa está dejándonos una pasta. Con los beneficios estamos pagando a una estudiante de tercer curso de Psicología para que limpie por la mañana las mierdas que va dejando mi hijo de un día para otro y le inserte de paso algún remedio freudiano en el cerebro.
Lo malo es que yo creo que al final mis dos hijos se han puesto de acuerdo a mis espaldas, han visto que aquí hay business y me voy a tener que chupar muchos años con webcams y síndrome Diógenes en casa mientras la pasta siga fluyendo, que por cierto la gestionan ellos porque yo no me entero mucho de los montantes reales.
Y encima, con o sin chica, al final tengo que limpiarlo yo todo. /
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