Jaime S. Cedro
Semana informativa aparentemente con poca enjundia, más allá de las noticias del corazón que siempre tienen buen acomodo en titulares generalistas. El PP celebró su Convención anual en Valencia en modo preelectoral con la incómoda presencia de Díaz Ayuso para el aparato del partido. Pablo Casado prometió lo mismo que incumplió Mariano Rajoy hace diez años, derogar la herencia socialista. Muchos fueron a escucharle, muchos seguramente le creyeron. O no.
El volcán de La Palma siguió rugiendo y la lengua de fuego llegó al mar, mientras los palmeros hacían un llamamiento a los consumidores para comprar su producción de plátanos como medida desesperada para no caer en la quiebra más absoluta. El Pollo Carvajal siguió cacareando contra Podemos ante el juez al tiempo que Noelia Vera dimitía como Secretaria de Estado y Yolanda Díaz esbozaba un nuevo partido "transversal" fuera de la formación morada. ¿Casualidad?
El precio megavatio hora subió en septiembre un 47% aunque muchos medios oficialistas intentaron que no fuera noticia, y lo consiguieron sin querer porque la noticia de la semana fue que Argelia anunciaba el cierre del gasoducto que trae el 50% del suministro de gas a España a través de Marruecos. El "evento", de consecuencias imprevisibles, será a partir del 31 de octubre. Que el país del Magreb lo haya anunciado después del viaje a Argel de José Manuel Alvares, Ministro de Asuntos Exteriores, da cuenta del fracaso absoluto de las negociaciones y prepara un invierno que puede ser cualquier cosa menos "calentito" para los hogares españoles.
Mientras tanto Marruecos, vecino incómodo donde los haya y la otra pata de la mesa, movió ficha y se alió con Reino Unido para hacerle más llevadero el Brexit facilitándole productos y energía mediante una ruta marítima directa a cambio de ciertas prebendas en el tema del Sáhara. En lontananza, un túnel tipo Canal de la Mancha entre Tetuán y Gibraltar, algo que a España le va a sentar como cuerno quemado.
Las "no noticias" de la semana fueron el recrudecimiento de la represión en Cuba tras las manifestaciones del pasado mes de julio en la isla con los cubanos pidiendo libertad al gobierno comunista de Díaz Canel y el desastre para las mujeres afganas que ha significado el beneplácito de los poderes fácticos mundiales al régimen talibán. No se informa, no existe.
El genocidio de esta semana sigue siendo el mismo de la semana pasada, el de Tigray. El gobierno etíope ha expulsado a personal de la ONU de la zona por "entrometerse en sus asuntos" en lo que más parece una forma de eliminar observadores de lo que allí está pasando.
Ah, y Carmona. Antonio Miguel Carmona, socialista por Madrid de toda la vida. Fichado como nuevo vicepresidente de Iberdrola por su, seguramente, excelso conocimiento del sector. Jugada arriesgada de Ignacio Galán, consejero delegado de la eléctrica, que veremos en qué acaba más allá de incrementar la nómina de políticos venidos a menos aferrándose a las puertas giratorias. /
