Jaime S. Cedro
La segunda quincena de noviembre ha resultado muy esclarecedora sobre el signo de estos tiempos que nos han tocado vivir, aunque muchas de las claves informativas para intuir por dónde van los tiros no suelen figurar en las escaletas de los grandes medios.
El nombramiento de Ahmed Naser como nuevo presidente de INTERPOL, máxima institución encargada de perseguir el crimen internacional, ha despertado las alarmas de no pocos especialistas al tratarse de un general de EAU relacionado con crímenes y torturas a disidentes en su país. Aunque según los entendidos se trata de un cargo poco menos que simbólico, asociaciones de derechos civiles como Human Rights Watch no han tardado en poner el grito en el cielo.
Después de las elecciones en Nicaragua esta vez le tocaba el turno a Venezuela, que tras una victoria oficialista predecible y unos observadores cualificados como JLR Zapatero y JC Monedero animando a sustituir sanciones por incentivos positivos, se encontraba con que la misión de observadores de la Unión Europea volvía a recalcar que ni ha habido garantías electorales ni se ha respetado el estado de derecho. Mecachis.
China, a través del fondo de inversión privada Orient Hontai pasará de controlar el 53,5% a cerca del 80% de Mediapro (sí, Globomedia y esas cosas), aunque mantendrá a Jaume Roures al frente, lo cual siempre es antónimo de rigor, objetividad y periodismo de calidad. Que desde el país de los ojos rasgados, donde esta semana el diario ABC pasaba a unirse a la larga lista de medios occidentales censurados por las autoridades, se controle el signo de la información de buena parte de los hogares españoles es para hacérselo mirar. Cualquier día nos venden iugur como un tipo de lácteo.
A nivel local los independentistas de ERC vendieron barato su apoyo a los Presupuestos a cambio de una cuota de catalán en Netflix al tiempo que el Ministerio de Interior mandaba las tanquetas que no se atrevió a sacar en Cataluña a Cádiz para reprimir las protestas del sector del metal. Todo ello poco después de que Marlaska tuviera que elegir entre comprar chalecos antibalas para policías o iluminar comisarías de morado. Obviamente eligió lo último, donde va a parar.
También se conocieron algunos datos del país que actualmente soportamos para el que quiso mirarlos. El IPC se disparó en noviembre un 5,6%, el gasto en pensiones aumento más de 3.000 millones, la luz se encareció en un año en porcentajes por encima de los tres dígitos y España ya encabeza el Índice de Miseria de la Eurozona con un 20,17%. Sin duda, salimos más fuertes. /
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